ad92fbc02cbeea9d815e66fdc402a904507e517543a6e40ceee4d83f0ef1863b 63qu http://dx.doi.org/10.4272/978-84-9745-546-6.ch1
EDITORIAL IMEF Innovar para crecer y competir Un consenso generalizado en el reciente Foro Económico Mundial celebrado en Davos Suiza a finales del mes de enero, es la relevancia que tiene la innovación para el crecimiento y el desarrollo de los negocios. Alrededor del 80% de los líderes empresariales manifestaron lo fundamental de la innovación, incluso para su sustentabilidad, sin embargo, tan sólo una cuarta parte de esos líderes estima que están haciendo lo suficiente para generar la innovación. La discrepancia anterior se explica fundamentalmente por la inversión en la investigación. Si bien es cierto que existen teorías y herramientas que fomentan el pensamiento creativo y en ocasiones es común encontrar fundamentos para la gestión de la innovación, la realidad es que se requiere invertir en investigación y desarrollo para generar la innovación y con ello la sustentabilidad, el crecimiento, el desarrollo y finalmente, la competitividad de las organizaciones. Lo antepuesto nos remite al tradicional dilema de qué se requiere para acelerar el crecimiento de nuestro País. La respuesta es clara en lo fundamental, se requiere invertir en capital humano y físico, de manera eficiente y productiva, para generar dicho crecimiento. Lo mismo sucede con la investigación. Las innovaciones que han surgido en el mundo empresarial y que han generado satisfactores que mejoran nuestro nivel de vida, son producto de la investigación. Empresas exitosas en el ámbito empresarial en la innovación, en distintos sectores, como los farmacéuticos, tecnológicos, comunicaciones y otros, y que son reconocidas por lo mismo, como Pfizer, 3M, Google, Microsoft, Apple, Samsung, entre muchas otras, lo han logrado por medio de la inversión estratégica en investigación y desarrollo. En función de lo expresado, podemos concluir que la innovación es producto de una inversión en investigación y desarrollo, sin soslayar la importancia de un pensamiento creativo e innovador. En estos rubros, debemos reconocer que México tiene un rezago considerable. En cifras, México dedica tan sólo un 0.43% de su Producto Interno Bruto en investigación, desarrollo e innovación, situación que contrasta con países desarrollados que lo hacen en alrededor de un 2.0%. Lo anterior se magnifica cuando observamos que dos terceras partes de dicha inversión la hace nuestro Gobierno, situación que contrasta con países desarrollados que lo hacen en su mayoría por entidades privadas no gubernamentales. La falta de inversión se denota y se trasmina a todas las esferas involucradas. A manera de ejemplo, en México tenemos 0.5 patentes por millón de habitantes, mientras que Taiwán, que ostenta el primer lugar, tiene 287 patentes por millón de habitantes. Los demás indicadores sobre la investigación, desarrollo e innovación muestran rezagos similares y sustanciales. Es relevante la alta correlación entre inversión en ciencia, tecnología e innovación con el crecimiento, desarrollo y bienestar económico y social de un país. Ilustrando, de 1970 a 2000, la inversión en ciencia, tecnología e innovación en México creció dos veces y su ingreso per cápita lo hizo en 3.8 veces, mientras que en Corea del Sur la inversión en el rubro que nos ocupa creció nueve veces y el ingreso per cápita 25.4 veces. La correlación es clara, al igual que su efecto multiplicador. Debemos ser propulsores del cambio: es prioritario invertir en lo prioritario y no únicamente en lo urgente. Enfocarnos estratégicamente en los puntos que nos generan crecimiento, desarrollo y competitividad, detonarán el progreso económico y social que tanto requiere nuestro país. La innovación es una tarea fundamental del sector empresarial y de ahí la necesidad de invertir en la investigación como un requisito previo. Conscientes de lo anterior, el IMEF trabaja en ello desde hace más de 30 a nos a través de su Fundación de Investigación, que tiene como visión promover, generar y difundir investigaciones de calidad para la gestión financiera de las organizaciones, por lo que actualmente desarrolla su XXIX Premio de Investigación Financiera IMEF Ernst & Young, su III Congreso de Investigación Financiera, sus dos números del volumen 8 de la Revista Mexicana de Economía y Finanzas (REMEF) y la presentación, en este a no, de alrededor de cinco libros especializados en materia financiera. Con orgullo presentamos este primer número del volumen 8 de nuestra Revista Mexicana de Economía y Finanzas (REMEF), conscientes que invirtiendo en investigación se genera la innovación y con ello valor para las organizaciones y para la sociedad en general. C.P.C. Sergio F. Ruiz Olloqui Vargas. Presidente de la Fundación de Investigación del IMEF.

Enlaces refback

  • No hay ningún enlace refback.


URL de la licencia: info:eu-repo/semantics/openAccess
Métricas de artículo
Cargando métricas ...

Metrics powered by PLOS ALM